17 de marzo de 2012

Macbeth

William Shakespeare



Ferenc Pintér (Ilustraciones)

«No pienso rendirme
para morder el polvo a los pies del joven Malcolm
y ser escarnio de la chusma injuriosa.
Aunque el bosque de Birnam venga a Dunsinane
y tú, mi adversario, no nacieras de mujer,
lucharé hasta el final. Empuño mi escudo
delante del cuerpo: pega bien, Macduff;
maldito el que grite: “¡Basta, basta ya!”».




Dedicada al rey Jacobo I de Inglaterra, Macbeth es, en palabras de A. W. Schlegel, la más vigorosa obra de Shakespeare: «La poesía trágica no había producido nada más grandioso ni más terrible».
Escrita en prosa y en verso hacia 1606, Macbeth profundiza sobre la legitimidad del poder, la ambición humana y los designios del destino, en una de las tragedias más lúcidas que el dramaturgo inglés haya legado a la historia de la literatura.





La presente edición, ilustrada por el maestro italiano Ferenc Pintér, cuenta con la notable traducción de Ángel-Luis Pujante y un luminoso prólogo de Jorge Luis Borges.





«Recuerdo haber asistido hace muchos años a una representación de Macbeth; la traducción era no menos deleznable que los actores y que el pintarrajeado escenario, pero salí a la calle deshecho de pasión trágica. Shakespeare se había abierto camino». Jorge Luis Borges

18 x 26,5 cm, 164 pp, Cartoné con sobrecubiertas
ISBN: 978-84-96509-29-0

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William Shakespeare

Stratford-upon-Avon, 1564 – 1616



Tal vez sea William Shakespeare el autor más leído, citado, traducido, adaptado y representado de todos los tiempos. Su obra, reflexiones en torno al poder, la ambición, el dolor, la culpa o el amor, renueva la lengua inglesa y forja un modelo literario de influencia universal. Nacido durante el reinado de Isabel I en una familia católica, su vida transcurre en paralelo al nacimiento de la Inglaterra moderna. Durante su formación se familiariza con autores latinos como Ovidio y Virgilio. A los dieciocho años contrae matrimonio con Anne Hathaway, con quien concebirá tres hijos. En 1592 se instala en Londres, donde trabaja como dramaturgo y actor para la compañía Lord Chamberlain’s Men, que gana popularidad en esos años. Su éxito como autor literario se agiganta con la coronación del rey Jacobo I, a quien dedica Macbeth hacia 1606. La gloria cosechada en vida le permite retirarse en 1611 a su pueblo natal, si bien la compra de una propiedad en Londres en 1613 indica su intención de no abandonar completamente la dramaturgia. La muerte le recibe en 1616. Sus obras teatrales serán publicadas siete años después de su fallecimiento, en un volumen (el First Folio) titulado Mr. William Shakespeare's Comedies, Histories and Tragedies. Se estima que se imprimieron mil ejemplares de esta edición, de la que solo quedan poco más de doscientos. Aunque la autoría de las obras del Bardo de Avon está hoy plenamente documentada, mucho se ha escrito y especulado acerca de la verdad de su pluma. Su epitafio, común en los enterramientos de la época, parece cobrar en él su pleno significado: «Maldito aquel que remueva mis huesos».

Ferenc Pintér

Alassio, 1931 – Milán, 2008



Ferenc Pintér es considerado uno de los ilustradores contemporáneos más importantes de Europa. Hijo de madre italiana y padre húngaro, a los nueve años se traslada con su familia a Budapest, donde comienza a destacar en las artes. Influido por Tamassi Zoltan y Konecsni Gyorgy, principales artistas gráficos húngaros de posguerra, trabaja desde joven en diseño y publicidad e intenta ingresar en la Academia de Bellas Artes, pero es rechazado por no abrazar los principios del Partido Comunista. No obstante, consigue algunos encargos oficiales, como la decoración de los murales para la Feria de Agricultura de Budapest. No comulga con el socialismo, pero aprende de sus eficaces herramientas de propaganda. Incómodo con su trabajo para el régimen, regresa a Italia tras el fracaso de la Revolución Húngara del 56. En Milán, que vive el inicio de su edad de oro como capital del diseño, desarrolla una fructífera carrera como artista gráfico e ilustrador. Durante treinta y dos años trabaja para Oscar Mondadori en la colección de libros de bolsillo más popular en Italia. Crea notables imágenes de cubierta para obras de A. Christie, Steinbeck, Hemingway o Kerouac e inmortaliza la famosa figura del comisario Maigret de Georges Simenon. En la década de los ochenta realiza carteles para el sindicato polaco Solidarnosc y contra la ocupación soviética de Afganistán. Dedica sus últimos años a diversos proyectos de ilustración literaria; el largo aprendizaje de soluciones figurativas encuentra su cima en las estampas para Pinocho de Carlo Collodi, El hombre sin sombra de Adelbert von Chamisso o Macbeth de William Shakespeare.

La peste escarlata

Jack London



Luis Scafati (Ilustraciones)

«Se aceleraba el ritmo cardíaco y aumentaba la temperatura corporal. Después aparecía la erupción escarlata, que se extendía como un reguero de pólvora por la cara y por el cuerpo…».

Traducción: Marcial Souto





En 2013 estalla en las principales ciudades de la Tierra una peste fulminante que se propaga con rapidez hasta el último rincón habitado. No hay para ella antídotos conocidos; en cuestión de días, el vano éxodo de los pobladores vacía las ciudades, devastadas por el pillaje, los incendios y la violencia.

Con el paso del tiempo, unos pocos supervivientes van formando pequeñas comunidades mientras a su alrededor una vegetación asilvestrada, sin control, ahoga las zonas antes cultivadas, y los animales domésticos, con garras y dientes, tratan de asegurarse un lugar en el nuevo orden zoológico.

Sesenta años después de la tragedia, el último superviviente de la peste —entonces joven profesor universitario y ahora anciano de casi noventa años— intenta al final de su vida transmitir algo de experiencia y sabiduría a sus nietos casi salvajes, evocando un mundo que ya nadie sabe que ha perdido.






La Peste Escarlata (1912), un clásico memorable sobre la fragilidad de la civilización, inauguró el género de «novela catástrofe» y dejó su huella en libros tan notables como La Tierra permanece (1949), de George R. Stewart, y La carretera (2006), de Cormac McCarthy.

Las ilustraciones realizadas para esta edición por el gran artista argentino Luis Scafati añaden una dimensión onírica a los horrores de ese futuro apocalíptico imaginado por Jack London.





«Estoy convencido de que el futuro de la humanidad está en peligro». Joseph Rotblat, Premio Nobel de la Paz, 1995.

16,5 x 24 cm, 120 pp, Cartoné con sobrecubiertas
ISBN: 978-84-92412-02-0

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